Maradona tiene la suerte de contar con el mejor del mundo. Ante
Nigeria,
Messi disipó todas las dudas y se echó la Albiceleste a las espaldas, dejando claro que ha llegado de dulce a
Sudáfrica. Más que suficiente.
Un gol de
Heinze a los seis minutos les puso el partido de cara, pero la falta de pegada condenó a
Argentina a sufrir hasta el final.
Argentina (Ivan) 1 - Nigeria (Cesar) 0
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